Carta abierta a mis hermanos cucuruchos y devotas cargadoras
Estimados (as) Hermanos y hermanas en Cristo que nos fortalece, es para mi un gusto dirigirme a ustedes en esta gloriosa pascua de resurrección en la que Cristo venció a la muerte.
Amigos (as) míos, en está tarde calida de abril he decidido dirigirme a ustedes para manifestarles mi agradecimiento por haber sido parte de mi cuaresma y semana santa. Gracias a los que compartieron conmigo un turno (con casi todos cargue… creo), una marcha, un vaso de suchiles, chichibir, alguna velación o un simple saludo dentro o fuera de filas en esta maravillosa época que Dios nos regaló.
He de reconocer que aunque llevo a Cristo Jesús vivo y victorioso dentro de mi ser, me invade un sentimiento de infinita tristeza, pues la época más hermosa del año ha llegado paulatinamente a su fin, se ha esfumado como se esfuma un suspiro en un atardecer de jueves santo. Confieso que estoy deprimido y que ahora sólo me queda resignarme a esperar pacientemente el otro año. Claro no sin olvidar las velaciones, ni los cortejos de Noviembre (la cuaresmita).
Quiero manifestarles amigos y amigas que ustedes me dieron la semana santa más linda de todas y que su compañía fue indispensable para la construcción de tan gratos recuerdos. Son personas imprescindibles para este humilde cucurucho devoto y confeso.
Gracias por ser y por estar… por su sonrisa, por su consuelo, por su compañía indispensable, por su presencia iluminadora…gracias por compartir mi llanto en la entrada de algún cortejo…
GRACIAS CUCURUCHOS Y DEVOTAS…
1 comentario:
Gracias a todos por compartir toda esta semana,
no seria igual sin ustedes
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