Los viernes tradicionalmente los cucuruchos visitamos a la imagen que tiene un lugar especial en nuestro corazón ( Jesús es el mismo) pero quizá por ser humanos tenemos una en particular que deseamos con más ansias poder ver en esas tardes cuaresmales.
El estar allí en el templo de Merced es para mi algo muy especial, hace algunos años cuando mi hermano enfermo gravemente fue bajo los pies de El patrón jurado que llegue a orar por su salud. Cada viernes cuaresmal que estoy con él es un agradecimiento por haberme recibido con paz y ahora mi hermano, aunque por este año lejos, comparte conmigo la Semana Mayor.
Jesús conoce las almas de cada uno de nosotros cucuruchos ó no y espera nuestra visita tradicional con amigos y corozo perfumado en los atrios, con marchas fúnebres y algún que otro platillo de la época, pero seguramente espera aún con mayor alegría que entendamos la razón de su pasión, muerte y resurrección, él que alguna vez nos dijo yo vine para que tengan vida y la tengan en abundancia. Espera que esa visita de viernes sea para estar más cercano a nuestros corazones, espera que nos hermanemos cada día más, espera que seamos mejores cucuruchos, espera que en nuestras vidas todos los días lo visitemos como lo hacemos cada viernes de cuaresma.
2 comentarios:
Lindo texto hermano. No te imaginas lo mucho que me hace falta estar con vos en las filas, en las procesiones, escuchar una marcha o un programa radial. te quiero
Morenito ,¿ qué le paso a tu telefono que no me puedo poner en contacto contigo?
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