lunes, 18 de febrero de 2013

El colorido de la Cuaresma


Hoy escribiré de la Cuaresma, pero desde una perspectiva folclórica, pues la visión espiritual es personal y varía de acuerdo a cada persona.  Cuando era niño  esperaba con ansias la Semana Santa.  La imagen que tengo de la Cuaresma, es aquella larga espera para vestir mis mejores galas moradas. Asoció el primer Domingo de Cuaresma con el cartabón infantil mercedario y de Candelaria. También lo asoció con  los mangos de pashte y con una que otra marcha fúnebre.

Para mí la Cuaresma  era la espera, y por consiguiente quería que transcurriera rápido, pues sólo al terminar este periodo  vendría la semana tan esperada. Crecí y adquirí cierta independencia y empecé a notar actividades de la Cuaresma que me gustan tanto como la Semana Mayor.
En 2008, mi hermano y un grupo de amigos empezamos a ir todos los viernes de Cuaresma, a excepción de la primera semana, que íbamos sábado porque la velación era ese día, a las aldeas que se encuentran a inmediaciones de la Antigua Guatemala. El objetivo: presenciar los hermosos altares de velación que,  las parroquias que organizan cortejos que recorren las calles  de esa ciudad, hacen como antesala a la procesión.

Cada hermandad se esfuerza y ofrenda a la imagen que saldrá en procesión el domingo siguiente, frutas, flores, animales. Dicha imagen,  de Jesús Nazareno, se pone al culto popular y la decoración tiene un mensaje bíblico con un telón de velación tridimensional. Además muchas parroquias realizan conciertos de marchas fúnebres durante toda la Cuaresma. También está la Feria del Turno que organiza el Consejo Pro Tradiciones Cuaresmales. Esas son tan sólo algunas de las muchas actividades que se llevan a cabo en la Cuaresma.

Ahora disfruto la Cuaresma y siento pesar, uno muy grande, cuando esta se termina. Extraño las velaciones, los conciertos y la emoción de estar en Cuaresma, de ser parte de nuestras tradiciones. Ya se fue el primer domingo, ya sólo nos quedan cuatro para disfrutar de este hermoso tiempo. Ayer se salió en procesión Jesús del Consuelo en Guatemala y Jesús de la Salvación en Santa Catalina Bobadilla, Sacatepéquez.  La Cuaresma es tan efímera que hay que aprovecharla al máximo. 

Foto: Velación de Santa Catalina Bobadilla (primer Viernes de Cuaresma 15-02-2013) 

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