Reflexión Cuaresmal
Más allá de las hermosas manifestaciones externas de fe y piedad popular que existen en
nuestro país, nosotros, los cristianos católicos y sobre todo los cucuruchos
que debemos ser luz y dar el ejemplo, la Cuaresma nos permite tener momentos intrínsecos
con Dios. Para ello nuestra Iglesia, que
es madre, nos da herramientas para la reflexión.
El evangelio de ayer nos hace un llamado a la conversión y
la paciencia.
Copio textualmente el evangelio tomado de San Lucas 13, 1-19
En
aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato
había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus
sacrificios. Jesús les hizo este comentario: «¿Piensan ustedes que aquellos
galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás
galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de
manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de
Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de
Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de
manera semejante».
Entonces les dijo esta parábola: «Un hombre tenía una higuera
plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces el viñador:
“Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no
los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?” El viñador
le contestó: “Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor
y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré”».
¿Piensan ustedes que aquellos galileos porque les sucedió esto,
eran más pecadores que todos los demás galileos? CIERTAMENTE QUE NO. La palabra
del señor es sabía e increíblemente atemporal. Dichas palabras se aplican para
aquellos y aquellas que parecen estar ansiosos por repartir juicios y muerte.
El incitador a la violencia, el que busca la pena de muerte
contra un tercero, el que buscar resolver la situación del país con muerte y
sangre, ese ¿es menos pecador que el motorista que murió incendiado tras huir
de un asalto frustrado? Ciertamente que no. Jesús dice “y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante”.
No es una amenaza, pues el señor no
necesita de amenazas, es una exhortación a la conversión, a procurar ser
mejores. Por eso a las y los guatemaltecos ansiosos por repartir juicios y
muerte, Jesús les dice: “conviértanse”, sean justos, sean más nobles de
espíritu, sean mejores cristianos. Pues Jesús dio su vida por nosotros.
Jesús también nos invita a ser pacientes, con la parábola de
la higuera, nos hace un llamado a no claudicar y a esperar. Ya han transcurrido tres semanas de Cuaresma,
lo cual no deja de entristecerme un poco, pues esta maravillosa época llega
paulatinamente a su fin. Pero nuestra Iglesia, madre de los cristianos
católicos, nos ha facilitado tres mensajes claros:
El primer domingo, con la lectura de las tentaciones, nos
invita no caer en la tentación, ósea a tener templanza. El segundo domingo, nos
pide escuchar a Jesús. “Este es mi hijo amado escúchenlo”. Y el tercer domingo
nos invita a convertirnos y a ser pacientes.
Templanza, escuchar a Jesús, conversión y paciencia, son los mensajes
que nos da la madre iglesia. Sin duda esos mensajes nos preparan de una mejor
manera para vivir la Semana Santa para posteriormente celebrar del triunfo del
señor.
Foto: Velación de Jesús Nazareno de Jocotenango, Dulce Rabí, 01-03-2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario